viernes, 9 de marzo de 2012


Lluvia, Lluvia, aléjate

-Ahí está otra vez -dijo Lillian Wright, ajustando las celosías-. Ahí está, George.
-¿Ahí está quién? -preguntó su esposo, tratando de obtener un contraste satisfactorio en el
televisor para ver el partido de béisbol.
-La señora Sakkaro -respondió Lillian, y para impedir el inevitable «¿quién es ésa?» se apresuró
a añadir-: La nueva vecina, por amor de Dios.
-Ah.
-Tomando el sol. Siempre tomando el sol. Me pregunto dónde estará su hijo. Habitualmente
está fuera, en un día tan bonito como éste, jugando en ese patio inmenso y tirando la pelota
contra la casa. ¿No le has visto nunca, George?
-Le he oído. Es una versión de la tortura china de la gota de agua. Un golpe en la pared, un
golpe en el suelo, un golpe en la mano. Blam, bang, paf...
-Es un chico agradable, tranquilo y bien educado. Ojalá Tommie entablara amistad con él. Tiene
la edad apropiada. Unos diez años, diría yo.
-No sabía que Tommie tuviese problemas para entablar amistades.
-Pero es difícil con los Sakkaro. Son muy reservados. Ni siquiera sé qué hace el señor Sakkaro.
-¿Por qué tienes que saberlo? No te incumbe lo que hace.
-Es raro que nunca lo vea salir a trabajar.
-A mí nadie me ve salir a trabajar.
-Tú te quedas en casa a escribir. ¿Qué hace él?
-Sin duda, la señora Sakkaro sabe qué hace su esposo y le fastidia no saber qué hago yo.
-Oh, George. -Lillian se alejó de la ventana y miró con disgusto

al televisor. (Schoendienst era el bateador)-. Creo que deberíamos intentarlo. El vecindario
debería intentarlo.
-¿Intentar qué? -George estaba repantigado en el sillón, con una Coca-Cola en la mano, recién
abierta y chorreando por la humedad.
-Conocerlos.
-¿No lo intentaste ya cuando llegaron? Me dijiste que habías ido a visitarlos.
-Los saludé, pero ella acababa de mudarse y todavía estaba muy atareada, así que eso fue todo.
Han pasado dos meses y lo único que hacemos es saludarnos. Es muy rara.
-¿Ah, sí?
-Siempre está mirando al cielo. La he visto cien veces, y nunca sale si está nublado. Una vez,
cuando el chico estaba jugando fuera, le ordenó que entrara, gritándole que iba a llover. La oí
por casualidad y salí deprisa, pues tenía ropa tendida. Hacía un sol aplastante. Y, sí, había
algunas nubecillas, pero nada más.
-¿Y luego llovió?
-Claro que no. Salí corriendo al patio para nada.
George estaba enfrascado en el alboroto que había provocado un fallo de un jugador. Cuando
terminó la algarabía y mientras el lanzador procuraba recobrar la compostura, George le
comentó a Lillian, que entraba en la cocina:
-Bueno, como son de Arizona, no creo que conozcan nubes de otro tipo.
Lillian regresó a la sala, taconeando.
-¿De dónde?
-De Arizona, según Tommie.
-¿Cómo lo supo Tommie?
-Habló con el chico mientras jugaban a la pelota, y él le dijo a Tommie que venían de Arizona y
luego lo llamaron desde la casa. Al menos, Tommie dice que debía de ser Arizona, Alabama o
un sitio similar. Ya sabes que Tommie no tiene buena memoria. Pero si el tiempo los pone
nerviosos supongo que son de Arizona y por eso no saben cómo tomarse un buen clima lluvioso
como el nuestro.
-¿Y por qué no me lo habías contado nunca?
-Porque Tommie me lo contó esta mañana, porque pensé que él ya te habría contado y, con
franqueza, porque creí que podrías llevar una vida normal aunque nunca lo supieses. ¡Vaya...!
La pelota se remontó hacia las tribunas y el lanzador se dio por vencido. Lillian se acercó a las
celosías.
-Tendré que conocerla mejor. Parece muy agradable... ¡Oh, Dios, mira eso, George! -George no
apartó la vista del televisor.-. Sé que está mirando esa nube. Y ahora se meterá en casa. Seguro.

Dos días después, George fue a la biblioteca a buscar unas referencias y regresó con una pila de
libros. Lillian lo recibió exultante:
-Oye, mañana no harás nada.
-Parece una afirmación, no una pregunta.
-Es una afirmación. Iremos con los Sakkaro al parque de Murphy.
-¿Con...?
-Con nuestros vecinos, George. ¿Cómo es posible que nunca recuerdes el apellido?
-Soy un superdotado. ¿Y cómo ha sido eso?
-Esta mañana fui a su casa y toqué el timbre.
-¿Así de fácil?
-No creas. Fue difícil. Estuve allí, vacilando y con el dedo sobre el timbre, hasta que comprendí
que era preferible llamar y no que alguien abriera la puerta y me sorprendiera plantada allí
como una boba.
-¿Y ella no te echó?
-No. Fue amabilísima. Me invitó a entrar, me reconoció, se alegró de que la visitara.
-Y tú le sugeriste lo de ir al parque.
-Sí. Pensé que todo sería más fácil si sugería un sitio donde los niños pudieran divertirse. A ella
no le gustaría estropearle a su hijo una oportunidad así.
-Psicología materna.
-Pero tendrías que ver su casa.
-Ah. Había un motivo para todo esto. Ahora lo entiendo. Querías hacer una inspección
completa. Por favor, no me comentes la combinación de colores. No me interesan cómo son las
colchas y puedo prescindir de toda alusión al tamaño de los armarios.
El secreto de la felicidad de su matrimonio era que Lillian no le prestaba atención a George.
Comentó la combinación de colores, describía las colchas y precisó las medidas exactas de los
armarios.
-¡Y todo muy limpio! Nunca he visto un lugar tan ínmacualdo.
-Pues si llegas a conocerla bien te crearás unas exigencias imposibles y tendrás que dejar de
verla sólo para protegerte.
-La cocina -continuó Lillian, sin prestarle atención- estaba tan resplandeciente como sí nunca la
hubieran usado. Le pedí un vaso de agua y ella puso el vaso bajo el grifo con tal habilidad que
ni una gota cayó en el fregadero. No era afectación; lo hizo tan espontáneamente que comprendí
que siempre lo hacía de ese modo. Y cuando me entregó el vaso lo sostenía con una servilleta
limpia. Aséptica como un hospital.
-Debe de ser insoportable. ¿Aceptó venir con nosotros sin vacilar?
-Bueno..., no sin vacilar. Llamó a su esposo para preguntarle cuál era el pronóstico del tiempo y
él dijo que los periódicos anunciaban cielo despejado para mañana, pero que estaba esperando el último informe de la radio.
-Todos los periódicos lo decían, ¿eh?
-Desde luego; todos publican el informe oficial, así que todos concuerdan. Pero creo que ellos
están suscritos a todos los periódicos. Al menos, yo he visto el paquete que deja el repartidor...
-No te pierdes detalle, ¿no?
-De cualquier modo -siguió Lillian con severidad-, ella llamó a la oficina de meteorología y
pidió las últimas noticias. Se las comunicó a su esposo y dijeron que irían, aunque nos
telefonearían si había cambios imprevistos en el tiempo.
-De acuerdo. Entonces, iremos.
Los Sakkaro eran jóvenes y agradables, morenos y guapos. Mientras atravesaban la calzada para
ir hasta el automóvil de los Wright, George se inclinó hacia su esposa y le susurró al oído:
-Así que la razón es él.
-Ojalá fuera así. ¿Lo que lleva es una bolsa?
-Una radio portátil. Sin duda para escuchar los pronósticos del tiempo.
El pequeño Sakkaro venía corriendo detrás, agitando algo que resultó ser un barómetro
aneroide, y los tres se subieron al asiento trasero. Entablaron una charla sobre temas
impersonales que se prolongó hasta que llegaron al parque de Murphy.
El niño Sakkaro era tan cortés y razonable que incluso Tommie Wright, apretujado entre sus
padres en el asiento delantero, siguió su ejemplo y adoptó una apariencia civilizada. Lillian no
recordaba haber disfrutado de un viaje tan apacible.
No la molestaba en absoluto que el señor Sakkaro tuviera la radio encendida, aunque en un
volumen inaudíble, y nunca le vio llevársela al oído.
Hacía un día delicioso en el parque, caluroso y seco sin llegar a ser bochornoso, con un sol
alegre y brillante en un cielo muy azul. Ni siquiera el señor Sakkaro, que no dejaba de
inspeccionar el cielo ni de mirar el barómetro, parecía encontrar motivos de queja.
Lillian llevó a los niños a la parte de las atracciones y les compró billetes suficientes para que
disfrutaran de todas las emociones centrífugas que ofrecía el parque.
-Por favor -le dijo a la señora Sakkaro cuando ésta se opuso-, invito yo. La próxima vez le
tocará a usted.
Cuando regresó, George estaba solo.
-¿Dónde...?

-Allí, en el puesto de los refrescos. Les he dicho que te esperaría aquí y luego nos reuniríamos
con ellos -contestó George, en un tono sombrío.
-¿Pasa algo malo?
-No, nada malo, excepto que sospecho que él debe de ser bastante rico.
-¿Qué?
-No sé cómo se gana la vida. He insinuado...
-¿Quién fisgonea ahora?
-Lo hice por ti. Me ha dicho que se dedica simplemente a estudiar la naturaleza humana.
-¡Qué filosófico! Eso explicaría por qué reciben tantos periódicos.
-Sí, pero con un hombre apuesto y rico como vecino me parece que yo también voy a tener que
enfrentarme a unas exigencias imposibles.
-No seas tonto.
-Y no viene de Arizona.
-¿No?
-Le dije que había oído que eran de Arizona. Se sorprendió tanto que parece evidente que no. Se
echó a reír y me preguntó que si tenía acento de Arizona.
-Tiene un poco de acento -observó Lillian pensativamente-. Hay mucha gente de origen hispano
en el suroeste, así que podría ser de Arizona. Sakkaro podría ser un apellido hispano.
-A mí me parece japonés... Vamos, nos están llamando. ¡Oh, cielos, mira lo que han comprado!
Cada uno de los Sakkaro tenía tres palillos de algodón de azúcar, enormes remolinos de
empalagosa espuma rosada batida en un recipiente caliente. Se derretía dulcemente en la boca y
la dejaba pegajosa.
Los Sakkaro entregaron un palillo a cada uno de los Wright y éstos aceptaron por cortesía.
Caminaron por la avenida central, probaron suerte con los dardos, lanzaron pelotas, derribaron
cilindros de madera, se hicieron fotos, grabaron sus voces y probaron la fuerza de sus manos.
Finalmente, recogieron a los pequeños, que habían quedado reducidos a un gozoso estado de
tripas revueltas, y los Sakkaro se llevaron al suyo al puesto de los refrescos. Tommie quería un
perrito caliente y George le dio una moneda, así que el crío echó a correr.
-Francamente -dijo George-, prefiero quedarme aquí. Si les veo engullir más algodón de azúcar
me pondré verde y vomitaré. Apostaría a que se han comido una docena de palillos cada uno.
-Lo sé, y ahora están comprando más para el niño.
-Le he ofrecido a Sakkaro una hamburguesa, pero me la ha rechazado con mala cara. No es que una hamburguesa sea una gran cosa, ahora que después de tanta
golosina debe de saber a gloria.
-Lo sé. Yo le he ofrecido a ella zumo de naranja y se sobresaltó como si se lo hubiera arrojado a
la cara. Supongo que nunca han visitado un sitio como éste y necesitarán tiempo par adaptarse a
la novedad. Se atiborrarán de algodón de azúcar y no volverán a probarlo en diez años.
-Bueno, quizá. -Caminaron hacia los Sakkaro-. Mira, Lillian, se está nublando.
El señor Sakkaro tenía la radio pegada a la oreja y miraba angustiado hacia el oeste.
-Vaya, ya lo he visto -comentó George-. Uno contra cincuenta a que quiere volver a casa.
Los tres Sakkaro se le echaron encima, amables, pero insistentes. Lo lamentaban, lo habían
pasado de maravilla, los invitarían en cuanto pudieran, pero ahora tenían que irse, de verdad. Se
acercaba una tormenta. La señora Sakkaro se quejó de los pronósticos, pues todos habían
anticipado buen tiempo.
George trató de consolarlos:
-Es difícil predecir una tormenta local, pero aunque viniera duraría a lo sumo media hora.
Ante ese comentario, el pequeño Sakkaro casi rompió a llorar, y la mano de la señora Sakkaro,
que sostenía un pañuelo, tembló visiblemente.
-Vamos a casa -dijo George, resignado.
El viaje de regreso se prolongó interminablemente. Nadie hablaba. El señor Sakkaro tenía la
radio a todo volumen y pasaba de una emisora a otra, sintonizando los informes meteorológicos.
Ya todos anunciaban «chaparrones locales».
El pequeño Sakkaro chilló que el barómetro estaba bajando, y la señora Sakkaro, con la barbilla
en la palma de la mano, miró alarmada al cielo y le pidió a George que condujera más deprisa.
-Parece amenazador, ¿verdad? -observó Lillian, en un cortés intento de compartir la
preocupación de sus invitados. Pero luego George le oyó mascullar entre dientes-: ¡Habráse
visto!
El viento levantaba una polvareda cuando llegaron a la calle donde vivían, y las hojas
susurraban de un modo amenazador. Un relámpago cruzó el firmamento.
-Estarán en casa dentro de un par de minutos, amigos. Lo conseguiremos -los tranquilizó
George.
Frenó en la puerta que daba al inmenso patio de los Sakkaro, se bajó del coche y abrió la
portezuela trasera. Creyó sentir una gota. Habían llegado justo a tiempo.

Los Sakkaro salieron a trompicones, con el rostro tenso y mascullando unas frases de
agradecimiento, y corrieron hacia la puerta como una exhalación.
-Francamente -comentó Lillian-, cualquiera diría que son...
Los cielos se abrieron arrojando goterones gigantes, como si una presa celestial hubiera
reventado. La lluvia repicó con fuerza sobre el techo del auto y a pocos metros de la puerta los
Sakkaro se detuvieron y miraron hacia arriba con desesperación.
La lluvia les emborronó, desdibujó y encogió el rostro. Los tres cuerpos se arrugaron y se
deshicieron dentro de la ropa, que se desplomó en tres montones pegajosos y mojados.
Y mientras los Wright observaban paralizados por el horror Lillian fue incapaz de dejar
incompleta la frase:
-.., de azúcar y tienen miedo de derretirse.










a) Titulo del libro ó lectura
Lluvia, lluvia, aléjate


b) Autor
Isaac Asimov


c) Biográfia del autor
Científico inglés (Woolsthorpe, Lincolnshire, 1642 - Londres, 1727).


d) Personajes Principales
Lillian Wright, Geoege Wright, Sra. y Sr. Sakkaro


e) Personajes Secundarios
Tommie (Wright) y el niño sakkaro


f) Contexto historico (En que epoca, año, tiempo se desarrolla la lectura)
Epoca Contemporanea


g) Contexto Geográfico (Lugar, región, pais donde se desarrolla la historia)
Estados Unidos


h) Resumen de la lectura
Lillian Wright Observa en la ventana a los nuevos vecinos que recien habian llegado ha vivir a lado de ellos, entonces lillian le comento a george que a ella le parecia que eran raros los Sakkaro ese era el apellido que tenian los nuevos vecinos. Entonces lillian dijoa george que seria muy bueno que empezaran a conocer a sus nuevos vecinos pero lo raro que decia lillian que tenian los sakkaro era que la señora sakkaro siempre miraba al cielo y cuando su hijo jugaba en su enorme patio derepente veia que el cielo se estaba nublando y de inmediato lo metia aunque no pareciera que fuera a llover entonces george exclamo que tal vez como venian de arizona no conocian como era el clima en esa parte donde habian llegado a vivir...
Los Sakkaro salieron a trompicones, con el rostro tenso y mascullando unas frases de
agradecimiento, y corrieron hacia la puerta como una exhalación.
-Francamente -comentó Lillian-, cualquiera diría que son...
Los cielos se abrieron arrojando goterones gigantes, como si una presa celestial hubiera
reventado. La lluvia repicó con fuerza sobre el techo del auto y a pocos metros de la puerta los
Sakkaro se detuvieron y miraron hacia arriba con desesperación.
La lluvia les emborronó, desdibujó y encogió el rostro. Los tres cuerpos se arrugaron y se
deshicieron dentro de la ropa, que se desplomó en tres montones pegajosos y mojados.
Y mientras los Wright observaban paralizados por el horror Lillian fue incapaz de dejar
incompleta la frase:
-.., de azúcar y tienen miedo de derretirse.


i) ¿En que se relaciona la lectura con tú vida cotidiana?
en nada se relaciona en mi vida


j) Opinión, Crítica ó comentario sobre la lectura
interesante porque se me hizo divertida la lectura

jueves, 1 de marzo de 2012

AMOR 
-Bueno para empezar ¿que es el amor? 
El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científicofilosófico,religiosoartístico). Habitualmente, y fundamentalmente enOccidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie deemocionesexperiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda labondadcompasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en la compasión o bien como acciones dirigidas hacia otros y basadas en el afecto.
En español, la palabra amor (del latínamor, -ōris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda unidad o devoción del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado de la mente o delalma, identificada en algunas religiones con Dios mismo y con la fuerza que mantiene unido el universo.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (música, cine, literatura).
Desde el punto de vista de la ciencia, lo que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos yheroicos ante las amenazas y facilitaba la continuación de laespecie mediante la reproducción
La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad. El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material; el altruismo, con el alma y el mundo espiritual. Ambos son, según la ciencia actual, expresiones de procesos cerebrales que la evolución proporcionó al ser humano; la idea del alma, o de algo parecido al alma, probablemente apareció hace entre un millón y varios cientos de miles de años.
A menudo, sucede que individuos, grupos humanos o empresas disfrazan su comportamiento egoísta de altruismo; es lo que conocemos como hipocresía, y encontramos numerosos ejemplos de dicho comportamiento en la publicidad. Recíprocamente, también puede ocurrir que, en un ambiente egoísta, un comportamiento altruista se disfrace de egoísmo: Oskar Schindler proporcionó un buen ejemplo.
A lo largo de la historia se han expresado, incluso en culturas sin ningún contacto conocido entre ellas, conceptos que, con algunas variaciones, incluyen la dualidad esencial del ser humano: lo femenino y lo masculinoel bien y el mal,el yin y el yang, el ápeiron de Anaximandro.
Ese es el concepto que se tiene del amor pero para mi el amor es una sensación dificil de entender es sentir algo especial y único por alguien sentirse conectado esa sensación se debe a que el cerebro del ser humano libera sustacias que provoca la aceleración en el pulso del corazón y en ocaciones uno se siente nervioso esas sensaciones son parte de el amor. El amor es parte del ser humano no solo en el aspecto de una relación como pareja si no también el amor de una familia (MADRE E HIJO O PADRE E HIJO) El amor es un lazo indestructible que une y rompe barreras   El amor es un regalo divino, la química animal desatada, las sutilezas del sentimiento, el encuentro de dos almas que se complementan, la danza cadenciosa de los cuerpos, el entendimiento en la misma sintonía de las emociones, el suave acompasarse de los pensamientos, el pertenecerse sin decirlo, sin saberlo, y gritándolo al mismo tiempo, con las voces, los poros, las ideas y los sueños realizados, sin poder evitarlo. Es el acople de dos seres en lo más místico, físico, emotivo que conoce el ser humano. Fuente de fantasías, sinsabores, felicidad, celos, envidias, alegrías, goces, gratificaciones que sacuden nuestra existenciaEl amor es un regalo divino, la química animal desatada, las sutilezas del sentimiento, el encuentro de dos almas que se complementan, la danza cadenciosa de los cuerpos, el entendimiento en la misma sintonía de las emociones, el suave acompasarse de los pensamientos, el pertenecerse sin decirlo, sin saberlo, y gritándolo al mismo tiempo, con las voces, los poros, las ideas y los sueños realizados, sin poder evitarlo. Es el acople de dos seres en lo más místico, físico, emotivo que conoce el ser humano. Fuente de fantasías, sinsabores, felicidad, celos, envidias, alegrías, goces, gratificaciones que sacuden nuestra existencia amor es una palabra super extensa que se debe usar solo cuando se siente, el amor es la paz es el sentimiento mas hermoso que existe es cuando entregas tus sentidos tu alama y todo a una persona o a varias el amor es parte de todo y ese sentimiento no deja de existir nunca,amando puedes lograr cambiar muchas cosas AMOR es lo mejor que hay es la ventana del alma pura y el camino a la felicidad y la paz....
AMOR LO ES TODO!

jueves, 23 de febrero de 2012


Cuánto se divertían


Margie lo anotó esa noche en el diario. En la página del 17 de mayo del 2157 escribió:                       < ¡Hoy Tommy se ha encontrado un libro de verdad!>.
Era un libro muy viejo. El abuelo de Margie contó una vez, que cuando él era pequeño, su abuelo le había contado que hubo una época en que los cuentos siempre estaban impresos en papel. Uno pasaba las páginas, que eran amarillas y se arrugaban, y era divertidísimo ver que las palabras se quedaban quietas en vez de desplazarse por la pantalla. Y, cuando volvías a la página anterior, contenía las mismas palabras que cuando la leías por primera vez.
- Caray- dijo Tommy- qué desperdicio. Supongo que cuando terminas el libro lo tiras. Nuestra pantalla de televisión habrá mostrado un millón de libros y sirve para mucho más. Yo nunca la tiraría.
- - Lo mismo digo- contestó Margie. Tenia once años y no había visto tantos telelibros como Tommy. Él tenía trece
- ¿Dónde lo encontraste?
- - En mi casa- Tommy señaló sin mirar, porque estaba ocupado leyendo- En el ático.
- ¿De qué trata
- De la escuela
- ¿De la escuela? ¿qué se puede escribir sobre la escuela? Odio la escuela.
Margie siempre había odiado la escuela, pero ahora más que nunca. El maestro automático le había hecho un examen de geografía tras otro y los resultados eran cada vez peores. La madre de Margie había sacudido tristemente la cabeza y había llamado al inspector del condado.
Era un hombrecillo regordete y de rostro rubicundo, que llevaba la caja de herramientas con perillas y cables. Le sonrió a Margie y le dio una manzana; luego, desmanteló al maestro. Margie esperaba que no supiera ensamblarlo de nuevo, pero sí sabía y, al cabo de una hora, allí estaba de nuevo, grande, negro y feo, con una enorme pantalla donde se mostraban las lecciones y aparecían las preguntas. Eso no era tan malo. O que más odiaba Margie era la ranura donde debían insertar las tareas y las pruebas. Siempre tenían que redactarlas en un código que le hicieron aprender a los seis años, y el maestro automático calculaba la calificación en un santiamén.
El inspector sonrió al terminar y acarició la cabeza de Margie.
- No es culpa de la niña, señora Jones- le dijo a la madre-.Creo que el sector de geografía estaba demasiado acelerado. A veces ocurre. Lo he sintonizado en un nivel adecuado para los diez años de edad. Pero el patrón general de progresos es muy satisfactorio.- Y carició de nuevo la cabeza de Margie.
Margie estaba desilusionada. Había abrigado la esperanza de que se llevaran al maestro. Una ves, se llevaron al maestro de Tommy durante todo un mes porque el sector de historia se había borrado por completo.
Así que le dijo a Tommy:
- ¿Quien querría escribir sobre la escuela?
Tommy la miró con aire de superioridad.
- porque no es una escuela como la nuestra, tontuela. Es una escuela como la de hace cientos de años.- Y añadió altivo, pronunciando la palabra muy lentamente-: Siglos.
Margie se sintió dolida.
- Bueno, yo no sé qué escuela tenían hace tanto tiempo. Leyó el libro por encima del hombro de Tommy y añadió-: De cualquier modo, tenían maestro.
- Claro que tenían maestro, pero no era un maestro normal, era un hombre.
- ¿Un hombre? ¿cómo puede un hombre ser maestro?
- Él les explicaba las cosas a los chicos, les daba tareas y les hacía preguntas.
- Un hombre no es lo bastante listo.
- Claro que sí. Mi padre sabe tanto como mi maestro.
- No es posible. Un hombre no puede saber tanto como un maestro.
- Te apuesto a que sabe casi lo mismo.
Marie no estaba dispuesta a discutir sobre eso.
- Yo no querría que un hombre extraño viniera a casa a enseñarme.
Tommy soltó una carcajada.
- Qué ignorante eres, Margie. Los maestros no vivían en la casa. Tenían un edificio especial y todos los chicos iban allí.
- ¿y todos aprendían lo mismo?
- Claro, siempre que tuvieran la misma edad.
- Pero mi madre dice que a un maestro hay que sintonizarlo para adaptarlo a la edad de cada niño al que enseña y que cada chico debe recibir una enseñanza distinta.
- Pues antes no era así. Si no te gusta, no tienes por qué leer el libro.
- No he dicho que no me gustara- se apresuró a decir Margie.
Quería leer todo eso de las extrañas escuelas.

Aún no habían terminado cuando la madre de Margie llamó:
- ¡Margie!¡Escuela!
Margie alzó la vista.
- Todavía no, mamá.
- ¡Ahora- chilló la señora Jone-. Y también debe ser la hora de Tommy.
- ¿Puedo seguir leyendo el libro contigo después de la esuela?- le preguntó Margie a Tommy.
- Tal vez- dijo él con petulancia, y se alejó silbando, con el libro viejo y polvoriento debajo del brazo.
Margie entro en el aula. Estaba al lado del dormitorio, y el maestro automático se hallaba encendido ya y esperando. Siempre se encendía a la misma hora todos los días, excepto sábados y domingos, porque su madre decía que las niñas aprendían mejor si estudiaban en un horario regular.
La pantalla estaba iluminada.
- La lección aritmética de hoy – habló el maestro- se refiere a la suma de quebrados propios. Por favor, inserta la tarea de ayer en la ranura adecuada.
Margie obedeció, con un suspiro. Estaba pensando en las viejas escuelas que había cuando el abuelo del abuelo era un chiquillo. Asistían todos los chicos del vecindario, se reían y gritaban en el patio, se sentaban juntos en el aula, regresaban a casa juntos al final del día aprendían las mismas cosas, así que podían ayudarse con los deberes y hablar de ellos.
Y los maestros eran personas…
La pantalla del maestro automático centelleó.
- Cuando sumamos las fracciones 1/2 y 1/4…
Margie pensaba que los niños debían de adorar la escuela en los viejos tiempos. Pensaba en cuánto se divertían.
a) Titulo del libro ó lectura:
Cuánto se divertían
b) Autor:
Isaac Asimov
c) Biográfia del autor:
(Petrovichi, Smoliensk, 1920 - Nueva York, 1992) Escritor estadounidense de origen ruso que destacó especialmente en el género de la ciencia-ficción y la divulgación cientítica.
d) Personajes principales:
 Margie
e) Personajes secundarios:
Tommy, el abuelo de Margie, la madre de margie 
f) Contexto historico (en que epoca, año, tiempo se desarrolla la lectura):
17 de Mayo del 2157
g) Contexto geográfico (Lugar, Región, Pais donde se desarrolla la historia):
Casa de margie (ático, aula)
h) Resumen de la lectura:
Tommy se encontro un Libro, era un libro muy viejo el abuelo de margie contó una vez que cuando el era pequeño su abuelo le había contado que hubo una época en que los cuentos siempre estaban impresos en papel. Tommy- qué desperdicio. Supongo que cuando terminas el libro lo tiras. Nuestra pantalla de televisión habrá mostrado un millón de libros y sirve para mucho más. Yo nunca la tiraría. - - Lo mismo digo- contestó Margie ¿qué se puede escribir sobre la escuela? Odio la escuela.
Margie siempre había odiado la escuela, pero ahora más que nunca. El maestro automático le había hecho un examen de geografía tras otro y los resultados eran cada vez peores. La madre de Margie había sacudido tristemente la cabeza y había llamado al inspector del condado.
Era un hombrecillo regordete y de rostro rubicundo, que llevaba la caja de herramientas con perillas y cables. Así que le dijo a Tommy:
- ¿Quien querría escribir sobre la escuela?
Tommy la miró con aire de superioridad.
- porque no es una escuela como la nuestra, tontuela. Es una escuela como la de hace cientos de años.- Y añadió altivo, pronunciando la palabra muy lentamente-: Siglos.
Margie se sintió dolida.
- Bueno, yo no sé qué escuela tenían hace tanto tiempo. Leyó el libro por encima del hombro de Tommy y añadió-: De cualquier modo, tenían maestro.
- Claro que tenían maestro, pero no era n maestro normal, era un hombre.Margie entro en el aula. - La lección aritmética de hoy – habló el maestro- se refiere a la suma de quebrados propios. Por favor, inserta la tarea de ayer en la ranura adecuada.
Margie obedeció, con un suspiro. Estaba pensando en las viejas escuelas que había cuando el abuelo del abuelo era un chiquillo. Margie pensaba que los niños debían de adorar la escuela en los viejos tiempos. Pensaba en cuánto se divertían.
i) ¿En que se relaciona la lectura con tú vida cotidiana?:
la importancia de la enseñanza en la escuela de esta epoca.
j) Opinión, crítica o comentario sobre la lectura:
que no estamos lejos de llegar a tener la tecnologia para que las escuelas y otras cosas sean asi y cambien de lo que son ahora.

miércoles, 15 de febrero de 2012

TAREA "lectura la ventana"

Quienes son los personajes principales?

R= los dos enfermos del hospital

Cual es el objetivo de la lectura?

R=que no se necesita la vision para describir cosas hermosas

Porque piensas que la persona invidente conto esa historia?

R= porque le deseaba contagiarle la alegria y ganas de vivir

Que penso la segunda persona cuando se acerco ala ventana?

R=por que el habia dicho todo eso si el no podia ver

Que discurso utilizaras tu para convencer a alguien de lo que tu quieres?

R=yo le hablaria de lo mas hermoso que significa para mi

Que te gusto de la lectura?

R=todo porque te enseña a valorar lo que tienes y lo que no tienes

viernes, 10 de febrero de 2012

Temario

temario

EXPRESION ORAL

1.1 lenguaje
1.1.1 tipos de lenguaje
1.1.2 funciones de lenguaje
1.1.3 la comunicacion

1.2 lengua y habla
1.2.1 modismos
1.2.2 vicios de diccion
1.2.3 el dialogo

1.3 la palabra
1.3.1 concepto
1.3.2 cualidades y caracteristicas

EXPRESION ESCRITA

2.1 diario de grupo
2.1.1 ortografia de las letras (b,v,c,s,g,j,h)
2.1.2 signos de puntacion

2.2 comics
2.2.1 tema
2.2.2 trama

2.3 blog
2.3.1 publicidad e internet
2.3.2 blogs

EXPRESION LECTORA

3.1 leyendo con proposito
3.1.2 identtificar el proposito del autor
3.1.3 desarrollar la lectura de profundidad

3.2 lectura reflexiva
3.2.1 pensando acerca de leer
3.2.2 lectura estructurada

3.3 grados de lectura
3.3.1 prafrasear
3.3.2 explicar el parrafo
3.3.3 hablar en voz del autor